El nuevo rol del líder 

07 febrero 2023

¿Cuáles son los factores que garantizarán el éxito de la gestión del nuevo rol del líder?

Hace un par de semanas, el Ministerio de Trabajo y la Asociación Nacional de Industriales (Andi) revelaron algunas cifras relacionadas con la realidad de Colombia y la nueva dinámica laboral que se produjo como consecuencia de la pandemia. De acuerdo con las entidades, a julio del año en curso cerca del 90% de los empleados de 277 empresas continuaban desarrollando sus labores desde sus casas. Un indicador bastante diciente, que me da argumentos para concluir que el trabajo flexible es un modelo que llegó para quedarse.

Esta situación invita a los líderes a reflexionar sobre cuál será el papel que deberán desarrollar en una dinámica de trabajo totalmente disímil a lo que veníamos acostumbrados. Si bien, la tecnología y la digitalización son factores que permiten gestionar modelos de control y seguimiento eficientes, es claro que se deben contemplar otras alternativas que respondan al modelo que se impone en estos tiempos.

Más aún, cuando los colaboradores ya comienzan a manifestar algunos síntomas de desgaste, por cuenta del aumento de las jornadas de trabajo, de la carga laboral y de la falta de interacción. Una situación que toma mayor relevancia en cuanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado al síndrome del Burnout (estrés crónico de trabajo que produce agotamiento físico, emocional o mental) como enfermedad.

Estos son solo algunos elementos que le plantean a las cabezas de los equipos y a las organizaciones un gran reto, no solo por mantener la productividad sino para asegurar una experiencia del empleado positiva, que impulse su compromiso y satisfacción. En este escenario ¿Cuáles son los factores que garantizarán el éxito de la gestión del nuevo rol del líder?

Autoconocimiento: en primer lugar, el líder debe fomentar espacios para la autoevaluación y generación de conciencia, que le permitan reconocer y experimentar sus propias emociones. Este ejercicio personal le ayudará a estar bien consigo mismo y como consecuencia, estar abierto para optimizar los espacios de planeación con los miembros del equipo, fomentar conversaciones sinceras uno a uno, y desarrollar competencias de cercanía y comprensión de otros.

Empatía y comprensión de otros: en tiempos y situaciones adversas como la actual, generar espacios de comunicación que permitan entender la situación de los colaboradores se convierte en un elemento fundamental para crear relaciones de confianza. Lo que fomenta la construcción y consolidación de equipos de trabajo comprometidos desde una base humana. Este elemento también abre las puertas para abordar responsabilidades desde diferentes ópticas, impulsando la creatividad y el pensamiento disruptivo.

Responsabilidad por el negocio: no podemos olvidar el rol que cumple el líder en el direccionamiento para el desarrollo de proyectos, e iniciativas estratégicas. Es así, como fomentar sesiones para la planeación, la creatividad, el intercambio de ideas, y otros espacios colaborativos generan un mayor involucramiento de los equipos y un alto nivel de compromiso.

Estas tres variables actúan como una base que le permitirá a los líderes responder con eficiencia a la dinámica de transformación de las organizaciones, que demanda un mayor nivel de involucramiento para alcanzar los objetivos corporativos y para responder a las expectativas de sus colaboradores de cara a la nueva normalidad.

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